In der Nacht vom 04. zum 05. März 2006 kontrollieren zwei Polizist_innen in Berlin-Kreuzberg zwei junge Männer. Beide werden durch die Beamt_innen als „ruhig und kooperativ“ beschrieben. Während die jungen Männer ihre Personalausweise aushändigen nähert sich der in zivil gekleidete Polizeibeamte W. dem Geschehen. Ohne Grund versetzt er einem der beiden jungen Männer (M.) einen derart heftigen Stoß, dass dieser mit dem Kopf gegen seinen Bekannten stößt. Dann reißt der Beamte M. zu Boden und drückt sein Knie auf dessen Rücken. W. versucht M. Pfefferspray in die Augen zu sprühen, dieser kann sich jedoch bäuchlings auf dem Boden liegend mit seiner Kapuze schützen, so dass das Reizgas einen Kollegen des Beamten trifft. M. erhält nun einen Tritt ins Gesicht, seine Oberlippe platzt auf. Er wird gefesselt und auf dem Boden liegen gelassen. Als M. versucht das Blut in seinem Mund auszuspucken, drückt der Beamte W. dessen Kopf auf den Asphalt.
M. erleidet mehrere Prellungen, Hämatome und Hautabschürfungen und trägt eine Platzwunde davon.
Am 13.05.2006 stellt M. gegen den Beamten Anzeige. Kurz darauf, am 30.10.2007 kommt es zum Prozess. Der Beamte W. wird nach siebenstündigem Zeugenverhör aufgrund mangelnder Beweise freigesprochen.
Mit diesem Urteil wollen und werden wir uns nicht zufrieden geben. Trotz der hohen Wahrscheinlichkeit, dass das Gericht auch ein zweites Mal den diffusen Versionen W.s und seiner Kolleg_innen folgen wird, sind wir in Berufung gegangen.
Wir wissen, dass die gewalttätige Behandlung Ms. durch die beteiligten Polizeibeamt_innen kein Einzelfall ist. Vielmehr sind wir davon überzeugt, dass sich bei ähnlichen zur Anzeige gebrachten Vorfällen polizeilichen „Fehlverhaltens“ ein Muster systematischer Verschleierung durch Kolleg_innen und Kollegen abzeichnet. Damit drängt sich der Verdacht einer kollegialen Amnesie nahezu auf.
Unterstützt M. bei seinem Prozess gegen polizeiliche Willkür und Gewalt! Denn auch hier heißt es: Gerechtigkeit kostet … und zwar nicht wenig!
Bleibt nicht zu Hause! Setzt euch juristisch zur Wehr, wenn ihr von widerrechtlicher Gewalt durch Polizist_innen betroffen seid. Helft uns dieses Tabuthema weiter in die Öffentlichkeit zu tragen und den politischen Druck auf die verantwortlichen Institutionen zu erhöhen! En la madrugada del 4 al 5 de marzo del 2006 , en Berlin-Kreuzberg, controlaron dos policías a dos hombres jóvenes. Ámbos fueron descritos por los funcionarios como „tranquilos y cooperadores“. Mientras los jóvenes estaban entregando sus identificaciones, se acerca a los acontecimientos, un funcionario de la policía (W.) vestido de civil. Sin razón alguna éste empuja violentamente a uno de los dos jóvenes (M.), de forma tal, que el joven golpea a su compañero con la cabeza. Acto seguido, el funcionario tira al suelo al jóven M y presiona fuertemente la rodilla contra su espalda. El funcionario W intenta rociar a M con un aérosol de pimienta en los ojos, éste, tumbado sobre su vientre intenta cubrirse con la capucha, de modo que el gas irritante alcanza a uno de los cólegas del funcionario. M recibe una patada en la cara y de ésta manera se revienta su labio superior. Luego le atan y le dejan tumbado en el suelo. Cuando M intenta escupir la sangre de su boca, el funcionario W aprieta su cabeza contra el asfalto.
M sufre de diferentes contusiones, hematomas, héridas en la piel y termina con diferentes héridas abiertas en su cuerpo.
El 13.05.2006 M presenta la denuncia contra el funcionario. Poco después, el 30.10.2007 se abre el proceso. El funcionario W es dejado en libertad siete horas después, ya que en el interrogatorio de téstigos no se presentan pruebas suficientes en su contra.
Con ésta sentencia no queremos estar ni estaremos satisfechos. A pesar de la alta probabilidad, de que la segunda vez el jucio siguiera nuevamente las difusas versiones de W y sus colegas, se adelantó una apelación de la sentencia.
Nosotros sabemos, que el trato violento que fue dado a M por medio de los funcionarios de la policía implicados, no es un caso único. Éstamos seguros, que muchas otras veces, cuando se han presentado denuncias de acontecimientos similares sobre el comportamiento incorrecto de la policía, se crea en el transcurso del proceso, un patrón de encubrimiento sistemático por parte de los y las colegas. De ésta forma se logra el olvido de la sospecha y consecuetemente, la creación de una amnesia colectiva.
Apoya a M en el transcurso del proceso en contra de la arbitrariedad y la violencia policial! Pues aquí también se cita: La justicia cuesta…y no solamente poco!
No te quedes en casa! Defiéndete jurídicamente, cuando hayas sido víctima de la violencia policial ilegal. Ayúdannos a llevar éste tema tabú a la esfera pública y así a aumentar la presión política a las instituciones responsables!